Introducción.
Desde
el año 1981, los censos que cada cinco años se vienen
elaborando en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) incluyen
una serie de preguntas sobre el euskera que permiten conocer la
capacidad lingüística y lengua materna de los habitantes
de la CAV.
Los datos que EUSTAT
ha obtenido a partir de los últimos cuatro censos municipales
muestran la evolución que han seguido la capacidad lingüística
y la lengua materna de los habitantes de Arrasate en los últimos
20 años por razón de edad y sexo, y nos permiten
vaticinar sobre su ulterior desarrollo, por lo que, concediéndonos
un pequeño margen de error, podemos hacernos una idea sobre
el nivel de euskaldunización que tendrá el municipio
de Arrasate dentro de unos años, siempre que se mantenga
el mismo ritmo decrecimiento que en el perío 1981-1986.

Evolución de la capacidad lingüística de los
arrasatearras durante los últimos veinte años.
Según el censo
municipal de 1996, aquel año Arrasate contaba con 24.571
habitantes, de los cuales algo más de la mitad eran vascoparlantes,
uno de cada tres era castellanoparlante, y uno de cada diez bilingüe
pasivo.
La densidad de la población
euskaldun, sin embargo, varía mucho de un barrio a otro
(ver
la tabla nº 1). Así,
la zona con más densidad de vascoparlantes es el centro,
donde reside uno de cada tres vascoparlantes del municipio, mientras
que el más castellano es el barrio de Santa Marina. Por
otra parte, en la Parte Vieja, en Zarugalde, en Munar y en Uribe
el porcentaje de vascoparlantes es muy elevado, de aproximadamente
un 70%.
Durante los últimos
años, además, Arrasate está viendo disminuir
su número de habitantes. De hecho, entre 1985 y 1996 perdió
2.100 habitantes, y desde 1996 400.
Según se desprende
de los datos que recogen los censos municipales elaborados entre
1981 y 1996, en ese periodo de quince años Arrasate ha
aumentado su número de vascoparlantes en 3.111, mientras
que el número de castellanoparlantes monolingües ha
ido descendiendo. Por otra parte, mientras que en 1981 un 39%
de su población era vascoparlante, en 1996 lo era un 54%,
lo que demuestra que en estos quince años el porcentaje
de vascoparlantes de Arrasate ha aumentado en 15 puntos (ver
la tabla nº 2).
La euskaldunización
del sistema educativo ha repercutido directamente en el incremento
del número de vascoparlantes, dado que el 80% de los niños
y el 55% de los jóvenes cuya primera lengua es el castellano
u otra lengua se considera vascoparlante. El caso de los adultos
y mayores es distinto, ya que las cifras descienden a un 8% entre
los adultos y a un 4% entre los mayores de 65 años cuya
primera lengua no es el euskera (ver
la tabla nº3). Por otro
lado, entre 1981 y 1996 el porcentaje de niños y jóvenes
vascoparlantes se ha visto duplicado. También entre los
habitantes mayores de veinticinco años el porcentaje de
vascoparlantes ha aumentado, pero de forma mucho más discreta,
ya que tan sólo ha pasado de un 41 a un 43% (ver
la tabla nº 3).
Gracias al sistema
educativo –y, en menor medida, también a la euskaldunización
de la población adulta-, el número y porcentaje
de euskaldunberris es cada vez mayor (ver
la tabla nº 4). En 1996,
de los 13.067 habitantes vascoparlantes con los que contaba Arrasate,
3.011 eran euskaldunberris, es decir, un 23% de los vascoparlantes.
Por otra parte, cuatro de cada diez niños y jóvenes
vascoparlantes tienen como primera lengua el castellano, mientras
que entre los adultos la proporción de euskaldunberris
disminuye hasta un 11%, y más aún en el caso de
los vascoparlantes mayores de 65 años.
Debido a la mayor
presencia de euskaldunberris, la situación lingüística
de Arrasate ha dado un positivo giro radical, habiendo alcanzado
unas cotas de expansión que años atrás nadie
se hubiera imaginado. No obstante, el incremento del número
de vascoparlantes al que ha dado lugar la proliferación
de euskaldunberris ha traído otro cambio consigo, y es
que el hecho de que haya cada vez más vascoparlantes cuya
primera lengua es el castellano conduce a que sean cada vez menos
las personas que tengan mayor capacidad lingüistica en euskera
que en castellano. En este sentido, y según se desprende
de la Encuesta Sociolingüística de Euskal Herria realizada
por la Viceconsejería de Política Lingüística,
sólo un tercio de los vascoparlantes de la CAV habla con
más fluidez en euskera que en castellano. Por tanto, a
pesar del notable aumento del número de vascoparlantes,
el número de bilingües a los que resulta más
fácil expresarse en euskera que en castellano no ha aumentado
en la misma medida. Este cambio cualitativo que afecta a los vascoparlantes
influye directamente en el uso del euskera, dado que las conclusiones
extraídas de los datos que recoge la citada encuesta sociolingüística
demuestran claramente que los principales factores que afectan
al uso del euskera son dos: la capacidad lingüística
relativa de cada individuo (que se maneja mejor en euskera que
en castellano) y la densidad de los vascoparlantes en su red de
relaciones sociales.
Evolución de la capacidad lingüística de los
arrasatearras en los años venideros.
Para determinar las
estimaciones concernientes a los próximos años en
los datos de los censos de 1981, 1986, 1991 y 1996. Sin pararnos
a explicar las fórmulas y procedimientos a los que nos
hemos atenido en la confección de nuestro modelo demolingüístico,
digamos simplemente que hemos partido del supuesto de que en los
años venideros la tasa de natalidad rondará la media
de estos últimos años, y de que los factores externos
afectarán de un modo similar al que vienen haciendo. He
aquí las conclusiones a las que hemos llegado (ver
tabla nº 5):
En los próximos veinte
años disminuirá el número de habitantes
de Arrasate.
Desde el año 1985 Arrasate
ha perdido 3.000 habitantes, y, a menos que la situación
cambie, paulatinamente seguirá haciéndolo. Se
calcula que hasta el año 2021 perderá otros 3.000.
Pero el número de vascoparlantes
va a aumentar.
Desde 1981
el número de vascoparlantes no ha dejado de crecer, y
la tendencia seguirá siendo la misma. Se prevé
que en el año 2021 el 70% de la población.
Disminuirá el número
de niños y jóvenes y, en consecuencia, también
se verá reducido el número de niños y jóvenes
vascoparlantes. A menos que la tasa de
natalidad comience a crecer, en los próximos años
habrá cada vez menos niños y jóvenes, con
lo cual también disminuirá el número de
niños y jóvenes vascoparlantes. Además,
el peso relativo de estos últimos respecto a la población
total será cada vez más escaso.
El porcentaje de niños
vascoparlantes no sufrirá cambios.
Esa es, precisamente, una de las
hipótesis que hemos utilizado en nuestro modelo demolingüístico.
Efectivamente, si las formas de transmisión del euskera
permanecen invariables, cerca de la mitad de los niños
no aprenderá el euskera en la familia.
El porcentaje de jóvenes
vascoparlantes va a aumentar.
Gracias al sistema educativo, la
mayoría de los jóvenes cuya primera lengua es
el castellano aprenderán el euskera, si bien no todos
adquirirán la destreza necesaria. En base a nuestro modelo,
aproximadamente el 7% de los jóvenes no llegará
a aprenderlo.
El número y porcentaje
de adultos vascoparlantes aumentará. Aumentará el número
de adultos, como también lo hará, y muy significativamente
además, el número de vascoparlantes de esta edad.
El año 2012, Arrasate contará con más vascoparlantes
entre los adultos que entre los niños y jóvenes:
mientras los primeros rondarán los 6.000, los niños
y jóvenes vascoparlantes serán cerca de 4.500.
El porcentaje vascoparlantes
mayores de 65 años se verá reducido.
A pesar de que el número
de personas mayores de 65 años crecerá, el porcentaje
de mayores vascoparlantes tenderá a disminuir.
Ante la dificultad
de saber con exactitud cuántos vascoparlantes tendrán
como primera lengua el euskera y cuántos el castellano,
nos hemos abstenido de analizar cuál será la primera
lengua de los arrasatearras vascoparlantes, pero la evolución
que se ha seguido durante estos últimos años nos
lleva a pensar que el número de vascoparlantes cuya primera
lengua es el castellano va a crecer. No obstante, si los jóvenes
cuya segunda lengua es el euskera no se lo transmiten a sus hijos
ni lo emplean con ellos, también estos niños tendrán
el euskera como segunda lengua, con lo cual, para que cada generación
parta de una situación mejor de la que tenía la
anterior, es sumamente importante que los padres enseñen
a sus hijos el euskera. Jose Felix Diaz de Tuesta,
Técnico
de Euskera del Ayuntamiento de Arrasate |